10 consejos para tomar el selfie perfecto
Tomar el selfie perfecto es más difícil de lo que parece. Desde los problemas de iluminación hasta las imperfecciones de la piel, pasando por la escasa envergadura de tus brazos, a menudo hay numerosos factores que impiden que pongas tu mejor cara, por así decirlo. Antes de compartir en las redes sociales otro autorretrato con el smartphone de mala calidad (o de relegarlo inmediatamente a la basura), aprende a salir mejor en los selfies con unos cuantos trucos fáciles (y casi gratuitos) del oficio.
- Busca la luz natural
La luz natural es siempre la más favorecedora, así que siempre que sea posible, saca tus selfies al aire libre. Sin embargo, fotografiar al aire libre también tiene sus dificultades. El sol del mediodía puede hacer que los ojos se pongan bizcos, que las sombras sean duras y que las luces se apaguen, así que colócate con el sol detrás de la cabeza. Estarás a contraluz y tu pelo parecerá brillar, lo que siempre es mucho más bonito que entrecerrar los ojos.
También puedes colocarte a la sombra de un edificio o de un árbol. Ten cuidado con la luz puntual poco favorecedora que se filtra a través de las ramas de los árboles: los puntos brillantes siempre se sobreexpondrán y parecerán demasiado brillantes en la foto.
¿Atascado en el interior? Aprovecha la luz natural que entra desde el exterior tomando tu selfie de cara a una ventana o de pie en una puerta abierta.
- Haz que la luz artificial trabaje para ti
Si estás en un lugar cerrado y no puedes encontrar luz natural -por ejemplo, si trabajas en un cubículo o ya está oscuro-, prueba a experimentar con diferentes lámparas y lámparas de techo, un consejo de Donna Kim, experta en estilo de vida y belleza y creadora de DonnaDaily.com. Las bombillas pueden producir una variedad de temperaturas de color, algunas de las cuales son más favorecedoras para los tonos de piel que otras. Luego, cuando estés lista para decir «queso», mira hacia la fuente de luz en lugar de bloquearla con tu cuerpo para obtener un brillo suave y uniforme. - Apaga el flash
El flash no es tu amigo. A no ser que te guste cómo se ven los selfies cuando estás sobreexpuesto y el fondo es completamente negro, recuerda apagar el flash de tu cámara antes de apuntar a tu cara. Los flashes de las cámaras funcionan mejor para iluminar objetos a una distancia intermedia, pero cuando se utilizan de cerca, su intensa luz casi siempre te desvanecerá.
Si sueles tomarte selfies en lugares oscuros o al aire libre por la noche, quizá quieras invertir en una funda de teléfono que se ilumine. Una opción popular es LuMee, que cuenta con luces LED regulables en los lados izquierdo y derecho para una iluminación suave y uniforme.
- Ajusta la exposición y el balance de blancos
La cámara integrada de tu teléfono debería permitirte ajustar la exposición simplemente tocando la pantalla. Si el recuadro que mide la exposición se sitúa sobre algo oscuro, como una camisa azul marino o una sombra, la imagen se ajustará automáticamente y se volverá más brillante. Si se sitúa sobre algo brillante, la imagen en la pantalla se oscurecerá. Para conseguir la exposición justa en tu selfie, toca la pantalla para que el recuadro esté centrado en tu cara.
También hay aplicaciones de cámara como Camera+ y Open Camera que te permiten hacer otros ajustes manuales como el punto de enfoque y el balance de blancos, lo que te da más control sobre el resultado de tu selfie.
- Encuentra tu mejor ángulo
Es increíble la diferencia que puede suponer una simple inclinación de la cabeza. Haz un par de fotos de práctica, moviendo la cara a la izquierda y a la derecha y levantando y bajando un poco la barbilla hasta que encuentres tu ángulo más favorecedor. Todos tenemos un lado de la cara que se ve mejor que el otro, incluso las supermodelos.
En lugar de sostener la cámara ligeramente por encima de la cabeza, algo que, según Kim, puede funcionar cuando te tomas un selfie en grupo pero que resulta incómodo para una foto en solitario, sujeta el teléfono directamente delante de ti con una mano. Pero no mires a la pantalla. En lugar de eso, mira directamente al objetivo de la cámara o, para un selfie más cambiante, a un lado.
- Utiliza un disparador alternativo
La cámara frontal de tu teléfono probablemente tenga una resolución inferior a la de la cámara trasera, por lo que los selfies nunca salen tan nítidos como las fotos tradicionales. Por desgracia, la situación es aún peor: al pulsar el botón del obturador en la pantalla del teléfono, la forma más fácil de tomar una foto, se produce un poco de movimiento, y eso puede introducir desenfoque.
Una alternativa popular es utilizar los botones de volumen laterales del teléfono. No sólo dan la sensación de estar pulsando el disparador de una cámara real, sino que facilitan mucho la toma de un selfie con una sola mano.
Un consejo para los usuarios de iPhone: Si llevas los auriculares de tu teléfono, te alegrará saber que los botones de volumen suelen ser también otro disparador de la cámara.
- Aleja la cámara
A la hora de tomar un selfie, ayuda poner la mayor distancia posible entre tú y tu teléfono, ya que las cámaras de los smartphones tienden a crear distorsión en la lente cuando se mantienen demasiado cerca. Evidentemente, si quieres hacerte un autorretrato que incluya algo más que tu cara, sostener el teléfono a un brazo de distancia no es suficiente. Es entonces cuando aparatos como los palos de selfie resultan útiles. (Es decir, si te sientes cómodo usando un palo de selfie en público).
También hay pequeños trípodes y soportes para teléfonos que te permiten colocar el teléfono sobre una mesa para hacer la foto. Dependiendo del lugar en el que te encuentres, un mini trípode (o incluso simplemente apoyar el teléfono contra un objeto más grande y pesado) también podría funcionar. Descárgate una aplicación de autodisparador o invierte en un económico mando de cámara para asegurarte de que estás en posición antes de que se dispare el obturador. (Y no olvides que los auriculares del iPhone pueden servir como mando a distancia gratuito).
- Deja de lado la cara de pato
Hace unos años, estaba de moda parecer que estabas chupando un limón en tu selfie, también conocido como «cara de pato». Como su nombre indica, resulta que fruncir los labios juntos y hacia fuera no era especialmente favorecedor. Recuerda que una sonrisa fácil y auténtica casi siempre queda mejor en los selfies que la cara de pato o la boca de pez o la sonrisa de nutria marina, sea cual sea la siguiente expresión facial popular.
Pero si sonreír a la cámara frontal te parece forzado, prueba este consejo de un fotógrafo: Ríete un poco antes de pulsar el disparador. Verás que es difícil reírse sin romper a sonreír.
- Usa aplicaciones de edición de fotos
A pesar de tus esfuerzos por disparar con una iluminación adecuada y capturar sólo tu lado bueno, a veces los selfies necesitan ser afinados en la postproducción. Las aplicaciones de edición fotográfica pueden aclarar las imágenes oscuras, añadir más saturación y cambiar el tono de una foto. A Donna Kim, por ejemplo, le encanta Snapseed (disponible para iPhone y Android) para iluminar el ambiente de sus selfies.
Incluso hay aplicaciones de edición de fotos que pueden eliminar manchas, alisar la piel, dar volumen al pelo o incluso añadir máscara de pestañas y pintalabios a un rostro desnudo. Al parecer, las Kardashian utilizan Facetune para editar sus selfies, una app potente y algo complicada disponible en iTunes y Google Play. Photo Editor by Aviary, otra popular aplicación para iOS y Android, puede arreglar los ojos rojos, desvanecer los granos y blanquear los dientes.
- Añade un filtro
Si no estás interesado en hacer cambios de fondo como ajustar las curvas o usar una herramienta de clonación para crear una piel clara, puedes cambiar rápidamente el aspecto de tu selfie añadiendo un filtro. Instagram ofrece su propio conjunto de filtros, pero muchos expertos en selfies prefieren utilizar VSCO. Otra opción divertida es A Color Story, que cuenta con más de 100 filtros, además de fugas de luz, destellos y nieblas de color.